El Desconocido

Foto by Pexels

Por Missael Mireles

El lunes 24 de septiembre comenzó, digamos, de una manera demasiado fuera de lo común. Estaba en clase cuando irrumpió aquel extraño, entró al aula azotando la puerta como si fuese un trapo viejo. Su aspecto parecía bizarro, daba la impresión de ser un muerto en vida. Comenzó a acercarse lentamente al escritorio de la profesora, aunque de una manera incorrecta, mas bien tambaleaba, pero ni su aspecto ni su forma de caminar me parecían extraños una vez que me di cuenta de un detalle: unas marcas en su cuello, me hicieron darme cuenta de algo que al parecer solía ser ficción, marcas redondas que dejaban escapar delgados hilos de sangre.
El extraño se puso al frente del aula, tenía la mirada casi perdida, y con la fuerza y resistencia que le quedaban pudo decir en voz demasiado baja: “Ayúdenme”. Cayó al piso, y en ese momento me percaté de que, al parecer, realmente era un muerto en vida.