
Ya no seremos novios
Por Jorge H. Haro
Le dije, al mismo tiempo que me ponía de rodillas y le mostraba el anillo.
A prueba de fallas
Por Alejandra Maraveles.
Otro 14 de febrero sin pareja. Junto a mis amigos habíamos reservado el cuarto de billar dentro de una cafetería-bar. Allí estábamos un grupo por demás lamentable: el dejado por la novia; al que le habían dado calabazas nuevamente; a quien el chico que le gustaba le había coqueteado por meses, pero habían quedado en nada; a la que se no se le acercaban ni las moscas….
Éramos un clan de solitarios desadaptados, descontentos por el amor inexistente, odiando las canciones románticas que sonaban por el lugar y el haber atravesado los 30 metros desde la puerta a la sala, metros con mesas ocupadas por parejas acarameladas. El mesero interrumpió nuestra sesión de quejas, cargando una bandeja repleta de bebidas y entradas. Un tumulto se armó a su llegada, por primera vez en la tarde sonreí, podríamos ser desafortunados en el amor, no obstante, sin faltar a la verdad, teníamos una amistad a prueba de fallas.
Perdón
Por Missael Mireles
Perdón por no haberte tratado como te merecías: por las ofensas, los desprecios, las oportunidades que no te di. No me había dado cuenta de que mi felicidad depende de ti.
De: Mí
Para: Mí mismo
Las posibilidades de un tal vez
Por Maggo Rodríguez
Tal vez si te confieso cuánto me atraes, entenderás por qué me quedaba sin palabras cuando se nos presentaba la oportunidad de una charla callejera.
Quizá, si te robo un beso, puedas llegar a disfrutar mis labios tanto como yo gozo de los tuyos cuando te sueño.
Es posible que, si me tomas fuerte por la cintura, yo me derrita en tus brazos. Si me susurras al oído y me pides huir lejos junto a ti, podremos encontrar “un rinconcito en el cielo”.
Lo único que es seguro, es que todo esto no le guste a tu mujer.
El pequeño Marcus y San Valentín
Por Nicte G. Yuen
Quizá después de Halloween la celebración preferida de los vampiros, en especial de la familia del pequeño Marcus, es San Valentín. Cientos de personas atontadas por las mieles del amor y la fraternidad, con sus cajas de chocolates y bombones, deambulando por las calles de una ciudad recién pintada de corazones; convirtiéndose en la víctima perfecta.
Apenas aconteció el atardecer de aquel catorce de febrero, el pequeño Marcus y sus hermanos, abandonaron sus ataúdes, se calzaron los zapatos más viejos que tenían, vistieron sus capas más roídas y limaron sus colmillos, aspirando el dulce aroma de la sangre humana. Estaban hambrientos.
Papá vampiro ya los esperaba en la sala, tenía un par de estacas en las manos, y sonreía descaradamente, sería más emocionante si esos humanos supieran defenderse, ya nadie allá afuera sabe cómo usar una de éstas, lastima; se quejó con sus hijos mientras avanzaban hacia la salida.
La luna menguante y un cielo repleto de constelaciones, dieron el banderazo de salida al pequeño Marcus y su familia, para comenzar la cacería de San Valentín; quién cenará más humanos ganaba.
Y NO VIVIERON FELICES PARA SIEMPRE
La decepción de Helio
Por Maik Granados
Él podría haberse quedado a su lado para toda la vida, con el «te amo» tatuado en su cuerpo, pero fue ella quien le soltó, cuando aquel chico en el parque se acercó lo suficiente para besarla. Entonces, él se elevó hacia el cielo en silencio, dejando que el viento jugara con su correa.