Diseños

Por Maik Granados.

De su interior emanaron con soltura, millones de imágenes sobre prendas íntimas, trazó sobre la superficie blanca, las figuras sensuales de mujeres cubriendo sus firmes pechos, los diseños de lencería con encajes bien definidos, obligaron a su mano a trazar diseños con precisión artística, acechó cada idea como lo hubiese hecho un cazador furtivo en la selva, seguidamente las atrapó con el lápiz para encadenarlas a la eternidad del papel y, procuró no incinerar esas ideas con fatuos deseos, —así cómo lo haría un aprendiz italiano —pensó el diseñador.

Dibujó cada proyecto con un toque de erotismo, buscó que sus compradoras potenciales intimaran con sus creaciones, —Dios nos guarde que las mujeres usen ropa pornográfica en los anuncios de ropa interior —continuó en el diálogo interno; pensó que el deseo por la modelo no debía opacar al deseo por el uso de la lencería. —¡Esta nueva marca de ropa íntima construirá su propio nombre, y será capaz de competir con la mismísima Victoria´s Secret!, —imaginó.

El diseñador continuó con sus bocetos, mientras otra parte de su mente soñaba; no había espacio para suspicacias, todos buscarían su ingenio creativo para inventar nuevas expresiones, diseños que harían lucir hermosa a cualquier mujer ataviada en ellos y, ellas, serían la envidia de las arpías que rondan a sus maridos, al ver que de sus carteras caerían fotos de sus esposas luciendo un conjunto de la marca Gato Negro. La ropa estaría fabricada con las más finas telas…

De pronto, el flujo creativo se vio interrumpido por un grito transfigurado poco a poco en un ahogado quejido, el lápiz, herramienta que daba vida a sus bosquejos, se había consumido, y la magia del arduo ejercicio de creatividad se había fulminado con el último trozo de su grafito.