Por Alejandra Maraveles.
Hoy es día del cumpleaños del abuelo, toda la familia se ha reunido para felicitarlo, vienen los parientes cercanos, los lejanos, los que viven dentro y fuera del país, como cada año, la fiesta ha sido preparada con anticipación para que cada detalle salga perfecto. Y así sería, pero existe un pequeño detalle… el abuelo hace casi diez años que falleció.
Mi padre y mis tíos hicieron una junta ese día, o al menos es lo que reza la leyenda familiar. El anciano estaba muy enfermo y un día su corazón se rindió y dejó de latir. Pero sus hijos no quisieron aceptar ese hecho. ¿Qué pasaría con la empresa? ¿qué pasaría con la familia?
Cuentan que mi tío Nacho, alegó que pasaría lo mismo que con la familia de su esposa, donde todos los hijos terminaron peleando por la herencia, que sería el fin de las reuniones, que las relaciones entre los primos y las cuñadas se irían a pique. Cada uno de los hermanos conocía historias similares, así que en ese momento determinaron que su padre no había muerto, que él seguía vivo.
Para evitar que los demás supieran, en un principio, mandaron cremar el cuerpo donde sólo ellos asistieron, pero para el resto de los parientes no hubo avisos, nadie hizo un funeral, no hubo entierro, ni depositaron sus restos en ninguna parte.
El “se fue de viaje”, pasó a ser la excusa más usada, claro estaba que el abuelo no podía estar de viaje todo el tiempo, así que un día uno de los tíos propuso contactar a Madame Tussauds para mandarle hacer una figura de cera del abuelo, nadie supo con precisión cómo consiguió que le hiciera la réplica, la mujer tiene fama de sólo copiar a celebridades, ahora pienso que debió pagar una fuerte suma de dinero para convencerla.
Dentro de la figura de cera colocaron las cenizas del viejo, y entonces, hizo su regreso. Cuando el resto de la familia vio la figura, aunque muy bien elaborada, era evidente que no era una persona de verdad, que no era el anciano, sin embargo nadie dijo nada, todos fueron a saludar al maniquí, y continuamos la velada como si en verdad el abuelo estuviera allí.
La figura de cera del abuelo, ha presidido muchas fiestas, mi padre sugirió que al pasar el tiempo el cabello debía encanecer, así que contrataron a una estilista quien modificó la figura, luego a otro de mis tíos se le ocurrió que debía de subir de peso porque ya no estaba “tan activo” como antes, así que volvieron a localizar a la reconocida Madame Tussauds para que hiciera el arreglo. También le han agregado algunas arrugas y han cambiado un poco la manera en cómo se viste.
La nueva realidad que en las primeras reuniones era extraña, se ha vuelto algo normal. En cada evento los familiares hacen reverencias a la figura de cera, saluda al abuelo y después prosigue con el resto. Poco a poco, incluso los parientes lejanos comenzaron a saber de esta situación y tal vez por morbo, o quizá porque encontraban las circunstancias a manera de homenaje, fueron visitando la estatua de cera, hasta que incluso el que vivía en la Patagonia, se dejó venir para verlo en persona.
A partir del tercer año, todos conocíamos la verdad sobre la muerte del patriarca de la familia y del reemplazo de cera, pero a nadie le importó, todos seguimos actuando como si el abuelo siguiera vivo, saludable y por encima de las demás cosas, feliz… todos sabemos que el viejo está más feliz que nunca.
Hoy es día del cumpleaños 98 del abuelo, y aquí estamos juntos para celebrarlo, mi tío Nacho se encuentra un poco enfermo, las juntas con el resto de hermanos han vuelto a hacerse, he empezado a cuestionarme si mi tío Nacho también ha hecho cita con Madame Tussauds.
Magnífico relato, me daría la dirección de Madame Tussauds? Le felicito.
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