La vi llorar sola

Por Alejandra Maraveles

La vi llorar sola, durante cinco años la lluvia la ha acompañado. Desde ese rechazo amoroso, su suerte no ha sido la mejor, a ese dolor se han unido pérdidas, enfermedades y una falta de fe que se ha quedado pegada a su cuerpo, ella desearía eliminar esa sensación de desconfianza a través de las gotas que emanan de sus ojos. Aun así, ante el mundo ella maquilla sus parpados, tratando de que nadie note lo que duele en solitario.

La vi dormir sola, o mejor dicho aferrarse al insomnio, ése que le ataca a altas horas de la noche y no le deja descansar. Su cerebro se llena de pensamientos intrusivos, de recuerdos que le hieren, de palabras que todavía le aturden. Y cuando logra conciliar el sueño, las pesadillas acuden a ella, despierta a los minutos, al punto del grito, temblando y sin lograr consuelo en un sueño reparador. Mientras que cada mañana se arregla y sale a trabajar como si la noche fuera su amiga.

La vi suspirar sola, entre los besos no dados y el amor que se quedó estancado. El aire se escapa de su boca, cuando los recuerdos como si fueran balas se incrustan en sus horas de trabajo, sorprendiéndola. Ella entonces respira hondo, se toma unos segundos, no permite que le quiten el tiempo. Sabe que, sin esa prohibición, los ojos se desbordarían, el aire se convertiría en agua. Y los demás no saben el motivo de sus suspiros, así que aguanta el comentario repetitivo, “Debes de estar enamorada”.

La vi extrañar sola, los momentos vividos con quien la rechazó, las conversaciones, ahora borrados, en el Whatsapp, el tiempo que pasaba entre mensaje y mensaje, con esa sonrisa que aparecía de forma inevitable en sus labios. Añorar la presencia de quien le hubiera arrebatado la tranquilidad. Ella sabe, que sólo ella extraña, que la otra parte ni siquiera se ha de inmutar en el día a día y que, al paso de los años, seguramente ni siquiera se acuerda alguna vez de esa relación que nunca floreció. Y frente a quienes apenas la conocen no notan esos ojos que navegan en el mar de sus propios recuerdos.

La vi odiarse sola, por haber caído en las redes de quien nunca la quiso. Por haber creído palabras farsantes, por haber pensado que su soledad se acabaría, por esa autoestima perdida, por lo mucho que le había costado ponerse de pie. Por ese miedo que le invadía a momentos, ¿acaso volvería a ser feliz? ¿Volvería a caer con alguien similar? ¿Podría volver a amar?… le disgusta fingir con el resto de la gente que el amor propio está en sus niveles normales.

La vi desilusionarse sola, cuando quienes se decían sus amigos, le traicionaban con palabras crueles, aquellas que ella misma se había repetido un millón de veces en su cabeza. Esos pseudoamigos que le avivaban las dudas y que echaban a la basura sus intentos para desechar las inquietudes, para reavivar la fe en el universo, en Dios, en la religión que parecía haberla abandonado. Mientras sus “amigos”, ni siquiera se daban cuenta de la pelea interna que se estaba realizando en su alma.

La vi esperar sola, ese momento en que las cosas mejoraran. Con la tristeza en los ojos que le aseguraban que nadie la esperaba a ella. Eso la carcomía tanto como la incertidumbre. Se sabía sola, con la soledad que inundaba su casa, su mente… su vida. Se había vuelto experta en fingir que todo iba bien en su vida, el mundo no se percataba de su sufrimiento y ella pensaba, ¿no tienen por qué saberlo? Nadie tiene por qué importarle.

Y así, se levanta cada mañana, se baña, tratando de que las lágrimas no caigan acompañando al agua de la ducha; con los ojos cargados del sueño que se niega noche a noche; suspirando por un amor que no fue y por el amor que sigue sin llegar a su puerta; extrañando, ya no a quien la rechazó, sino a su propio ser que desapareció cinco años atrás; odiándose por haberse equivocado, por ya no estar segura de sus decisiones; desilusionándose de los amigos que escogió, con el pensamiento de que ellos son otros errores en los últimos años; esperando… porque es lo único que le queda, sabiendo que “La esperanza, es lo último que muere”: