Se traspasa infierno

Por Marisol Ruíz Arnot.

Todos los días, Omar se levantaba a la misma hora. A las 5:00 de la mañana sonaba su alarma, llevaba a su esposa al trabajo y a su pequeña hija a la escuela. Pasaba al gimnasio un par de horas y luego a la oficina para cumplir su jornada laboral. Omar solía sobresalir en su empleo por sus excelentes aptitudes de vendedor, mes con mes se hacía acreedor del bono al mejor empleado. 

Omar sentía que su vida era insípida, templada, y por su edad, la cuarentena y sus responsabilidades, no se atrevía a buscar nuevas aventuras; no obstante, había llegado a pensar que su vida sería más excitante si fuera millonario; no tendría que preocuparse por nada más que buscar en qué gastar el dinero: mujeres, viajes, drogas, fiestas. 

Un día, tuvo la osadía de buscar información acerca de “Cómo vender el alma al Diablo”. Después de todo, no era fiel seguidor de Dios y creía que no tenía mucho que perder al vender su alma (en caso de existir). Encontró infinidad de información; el exilio de Lucifer del reino de los cielos, los diferentes nombres para llamar a Satanás, incluso rituales y exorcismos. Entre la abundancia de información brotó un mensaje muy peculiar que llenó la pantalla de su ordenador: “Se traspasa infierno”. 

Omar,  más por morbo que por interés genuino,  abrió dicha página y encontró:

¿Tu vida no tiene ningún sentido y quieres experimentar nuevas emociones?

Sigue el siguiente ritual y ponte en contacto con Satanás, él te dará JUSTO lo que tú necesitas. 

“Seguramente son charlatanes aprovechándose de la gente. Vamos a ver hasta dónde llegan conmigo”. Pensó Omar. Muy seguro de su grado de intelecto y su inmunidad a los engaños publicitarios. 

Tomó nota de los elementos que debía contemplar para llevar a cabo el ritual: mantel negro, velas rojas y negras, una imagen de Baphomet, un pentagrama invertido, una daga, una campanilla y un cráneo humano (opcional). 

Aprovechando que su mujer y su hija estaban fuera de la ciudad visitando a los parientes, Omar se dispuso a conseguir los objetos listados y a convertir el estudio de su casa en una sala de ceremonias. Pudo conseguir todo, excepto el cráneo humano; por fortuna, era opcional. 

Al día siguiente, después del trabajo, se dio el tiempo para llevar a cabo el ritual, que si bien no lo llevaría a conectarse con el diablo, por lo menos le haría pasar un rato divertido al desenmascarar a los charlatanes. Tenía pensado armar una campaña de desprestigio en contra de los creadores de dicho anuncio.

Siguió las instrucciones al pie de la letra: tomó un baño de agua fría, según el procedimiento servía para limpiar el cuerpo astralmente y, desnudo, procedió a encender las velas que colocó sobre el mantel negro junto a la imagen y el pentagrama. Agregó un incienso (que no estaba en la lista, pero que creía que añadiría misticismo). Luego, tal como lo decían los incisos, hizo sonar la campanilla nueve veces, pinchó su dedo y con la punta de la daga escribió su nombre con sangre sobre un papel y en voz alta decía…

En nombre de Satanás, que es el Rey de la Tierra, yo ordeno a las Fuerzas de las Tinieblas abrid las Puertas del Infierno de par en par y salid del Abismo para recibirme como su hermano y amigo.

Repitió varias veces el procedimiento sin obtener señales de contacto con ningún demonio, revisaba los pasos para cerciorase de no haberse brincado ninguno, pero había sido puntual en el proceso. 

−Yo sabía que esto de vender el alma al diablo es pura mercadotecnia, seguramente con mis datos registrados van a marcarme en estos días para ofrecerme algún servicio −decía Omar mientras apagaba las velas y se disponía a deshacerse de todo cuanto había comprado y limpiar el lugar de los hechos antes del regreso de su mujer.

Y justo cuando apagó la última veladora y quedó en completa oscuridad, escuchó crujir el suelo de la habitación, sintió bajo sus pies descalzos cómo se despegaban los azulejos. Un vapor caliente comenzaba a emanar, seguido de un estruendoso ruido, el suelo se partió por completo y Omar cayó a un abismo oscuro cada vez más caliente. Luego de dar varios giros, cayó sentado sobre una silla forrada de pieles de distintos animales y frente a él, sobre un escritorio de madera, el mismísimo Diablo. 

− ¿Así que quieres venderme tu alma? −preguntó el Diablo, mientras caminaba de un lado a otro fumando una especie de puro con forma de cuerno de bisonte que desprendía un olor fétido.

−Déjame adivinar… ¿Quieres dinero, diversión, mujeres, viajes y algunas drogas? Algo, lo que sea que te haga revivir la llama de la juventud. Que te haga sentir vivo.

Omar, aún confundido y sin dejar de ver la cola con escamas que arrastraba el demonio al caminar, respondió.

−Emm, sí. ¿Cómo supiste?

−Ay, ingenuo ser humano, tengo años en esto, no eres el único ser ambicioso de la tierra, me llegan miles de solicitudes a diario con la misma petición. 

− ¿Ah, sí?…  ¿Y es posible que me puedas dar lo que deseo? 

−Mira, seré brutalmente honesto contigo. −dijo el diablo, mientras se detenía frente a Omar para aventarle el humo en la cara y continuar.

−Te quiero proponer un negocio. Como debes saber, si es que tomaste tus clases de catecismo, desde que me independicé del reino de Dios, he llevado esta empresa con éxito, con casi igual o mejores resultados que los de allá arriba, aunque Dios no lo quiera reconocer. Sé que no tolera que sea mejor que él y el mundo lo reconozca. 

Omar escuchaba con atención, pero de reojo observaba su entorno, lejos de lo que él había imaginado, el infierno no era una cueva en llamas, que si bien estaba caliente, más bien lucía como la oficina de un magnate con decoración oscurantista. Cráneos humanos, pieles de animales extintos y cuadros de figuras extrañas adornaban el lugar. 

−Ahora quiero darle un giro diferente a mi eterna vida; tomaré la figura humana con el cuerpo de algún famoso guapo y me iré a una isla a descansar por siempre.  Es por eso que busco traspasar el infierno a alguien astuto, de confianza y aprovechando tu petición y la oferta de tu alma, quiero que tú te encargues de administrar este báratro. 

Podrás hacer lo que desees, obtener el dinero que quieres, tener miles de mujeres, y la diversión está en tus manos. 

−Bueno, yo no estoy buscando un empleo propiamente, sólo buscaba…

−Tranquilo, hijo, no me respondas ahora, te diré lo que se hace en este lugar para que te des cuenta que no es muy complicado ser parte del equipo del mal. La misión principal es siempre tentar a los humanos para cometer pecados. El caso de éxito que nos ha llevado tener prestigio, es el de Adán y Eva. El objetivo es pues, estar al pendiente de que nadie sea feliz por completo y claro, recibir y castigar a los que han de venir al infierno después de la muerte. En cierto modo, somos la competencia de Dios, pero con el sentimiento contrario. Digamos que es un duopolio, todas las personas en este mundo consumen un poco de ambos. Las personas cada vez más,  generan maldad por sí solos y hacen cosas más absurdas y desastrosas por su propia voluntad sin que yo o nadie de nuestro equipo de demonios les implante las ideas. En realidad el trabajo es simple, porque tú nada más te encargas de sembrar las ideas, ellos hacen todo lo demás. Tú eres un claro ejemplo, yo no te mandé la solicitud ni te obligué para que vinieras, tú avaricia y ambición te trajeron a mí.  Tenemos manuales que te facilitarán el llevar a cabo tus actividades. Desde lo más simple como jalar las patas a los niños que se porten mal, chupar los alimentos que caen al suelo, hacer que la gente cometa pecados capitales, provocar peleas entre parejas, usualmente poniendo ideas falsas en las mentes de las mujeres, ellas hacen el resto. 

Omar, más por observar el rostro áspero y agrietado de ese ser maléfico, que por escucharlo, no le quitaba la mirada de encima. Recorría con su mirada los dos largos cuernos que brotaban de su frente, era muy parecido a la imagen descrita por el arte y la historia, pero un poco más corpulento y repugnante. 

−Luego viene el segundo nivel de maldad −prosiguió el Diablo −las  guerras, genocidios, pederastia… nada del otro mundo. Eso que ves en las noticias a diario, son los resultados que damos en esta institución. 

El Diablo sacó de un cajón un contrato y lo colocó sobre el escritorio. 

−Y bien, ¿Qué te parece el pacto? No tendrás que darme tu alma y a cambio serás el amo y señor de las tinieblas.

−Bueno, suena interesante −respondió Omar, titubeando y con un poco de miedo −pero sabe usted señor Diablo, tengo familia que no quiero descuidar y mi trabajo, después de todo, no es tán malo, sin embargo puedo llevarme tu número de teléfono y te contacto si cambio de opinión.

El Diablo enfureció al escuchar la negativa, veía nuevamente frustrada la oportunidad de ser libre del infierno; hizo temblar el lugar y un círculo de fuego rodeó la silla de Omar. 

− ¡Lo sabía, todos los humanos son iguales! −dijo el Diablo con voz agitada. −creen desear cosas y apuestan su alma y no están dispuestos a sacrificar nada… ¡Lárgate de aquí y no vuelvas jamás con tus falsas peticiones!

Lo lanzó de regreso a la tierra, cerró el suelo y Omar quedó recostado con la mirada perdida. Rebasado por lo ocurrido y un tanto avergonzado por haber dudado del poder del Diablo.

A la semana siguiente del encuentro con Satanás, Omar se encontraba en su trabajo, siguiendo su rutina, y por curiosidad de saber si el diablo había encontrado sucesor, realizó la misma búsqueda que lo había llevado al diablo; esta vez, encontró el mismo mensaje, pero con algo distinto. 

“Se traspasa infierno” 

¿Tu vida no tiene ningún sentido y quieres experimentar nuevas emociones?

Sigue el siguiente ritual y ponte en contacto con Satanás, él te dará JUSTO lo que tú necesitas. 

Y con letras mayúsculas “SÓLO INTERESADOS SERIOS”.

4 comentarios sobre “Se traspasa infierno

  1. siempre buscamos las cosas fáciles sin sacrificar nada! nos gusta lo cómodo!! quien quiera lograr cualquier cometido seamos serios con lo que estamos dispuestos a recorrer!!
    felicidades!!

    Me gusta

  2. Excelente, me gustó…
    Alguna vez tuve la intención de mandar todo al carajo; y está lectura me hizo recordarlo .
    Felicitaciones a la escritora !

    Me gusta

Los comentarios están cerrados.